viernes, 29 de octubre de 2010

Diario de...Cristinita: La clase de defensa personal

"Cristinita y la clase de defensa personal"


Observar coimo mi hermanísima intenta aprender a calcetar sin cometer ningún error tras 14 horas, 72 vueltas o más, 842 errores, olvidos de puntadas y 5 veces deshaciéndola- volviéndola a hacer para cometer de nuevo el mismo error; es tan superapasionante que ha supuesto, tras una amenaza a mi integridad mental, que vaya a pedir consejo a mi monitor- gorila de defensa personal para autoprogerme. Aquí están las lecciones básicas que deberemos de ter en cuenta.

  1. Intentar no agredir al profesor cuando te está intentando enseñar algún movimiento al estilo Jackie Chan.
  2. Que tu compañero de clases se tire al suelo cada 5 segundos, hasta cuando le tocas en el brazo con un dedo, no siempre indica que tu fuerza de guerrero samurai haya influido en él.
  3. Los guerreros no bailan cuando están luchando a muerte.
  4. Que el profesor se ría de tus movimientos de samurai no indica que lo seas.
  5. Lesionar a tu familia para practicar nuevos movimientos puede provocar que te des cuenta de cuántos inocentes hay en el mundo.
  6. Enseñar a tu madre nuevas fórmulas de ataque hacia las "palomas que cagan en todos los lados", está bien para las películas made in Hollywood, puesto que dejar de ver la imagen de una "chalada" colgada por una ventana, acompañada de un perro que ladra sin tener muy claro a qué, con la única finalizar de "asustar" a uno de esos ejemplares (que la mirará curiosa y acabará pasando de ella), no tiene precio.
  7. Practicar como si fuese una situación real es, exactamente, eso. Así que no digas tus movimientos.
  8. Que tu profesor te diga que te defiendas, lo observes, analices sus 100kg largos de volumen; te pongas en la posición del "mono", saltes y alces un puño en alto, no quiere decir que lo vayas a machacar.
Si tras estas lecciones magistrales aún sigo observando como mi hermanísima intenta no volverse a equivocar por 15ª vez consecutiva, no me desesperaré y no echaré a correr, puesto que aún seguirá ahí. Simplemente, cogeré un cogín, cerraré el puño y seguiré practicando como un samurai. Puesto que Karate Kid no se hizo en un día y la hermanísima algún día terminará. Sólo intentaré golpear el cogín, hacerlo picadillo y no acabar con la madre superiora preparando "manos troceadas".

Leer más...

Se comenta por ahí...

Sígueme en Twitter @MundoCristinita